Presenta las siguientes ventajas en cubiertas:

· Permite obtener un aislamiento térmico por lo menos doblemente más efectivo que con cualquier otro material, aplicado con el mismo espesor.

· En aplicaciones exteriores, impermeabilización de la cubierta debido a su proyección en continuo, sellando todas las juntas o placas que la compongan.

· Inexistencia de puentes y fugas térmicas.

· Las dilataciones de la cubierta se ven anuladas al evitar el debilitamiento que con el paso del tiempo sufren por agrietamiento o rotura de placas los puntos de fijación de la estructura.

· Mejora la resistencia mecánica de la cubierta.

· Evita la formación de puentes térmicos y puntos de condensación.

· Refuerza la resistenia a la tracción y a la compresión en la superficie tratada.

· Alto poder de rechazo de ácidos, aceites, disolventes, alcalis, crecimiento de hongos y bacterias, etc.

Por otra parte, los muros exteriores de un edificio tienen características propias (paso de calorías a través de los mismos, formación de humedades y condensaciones en su cara interior, permeabilidad frente a la humedad exterior y la transmisión de ruidos) que deben corregirse. Este tipo de tratamientos resuelve con insuperable eficacia y en una sola operación, los problemas mencionados y otros que podrían devenir en el futuro.

Aplicado sobre la parte interior del muro exterior y con la posterior construcción de un tabique interior, garantiza una eficaz defensa frente a los cambios climatológicos, ya que establece en la cámara de aire una barrera que impide que el tabique interior alcance los valores térmicos extremos del invierno o del verano que se producen en el exterior y que acaban provocando condesaciones de humedad en el ambiente interior.

Otra de sus interesantes propiedades es la amortiguación de los ruidos exteriores: al tratarse de un material plástico y celular, absorbe parcialmente las ondas sonoras que llegan a la parte exterior del muro.